
El ex vicepresidente de los Estados Unidos decidió dar un giro a su carrera después de la muerte de uno de sus hijos y de la derrota en las elecciones presidenciales de 2000. En su nueva labor, advierte: “España puede liderar la lucha contra el cambio climático en Europa”. Imagen: Divulgación.
ATB
Hemos entrado en un período de consecuencias, muchas de ellas concebidas gracias a la ineptitud de la humanidad para los cambios de estilo de vida. Esa podría ser la síntesis del mensaje del documental Una verdad incómoda, protagonizado por el ex vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore. La producción de Davis Guggenheim, en la que el político detalla las consecuencias del cambio climático reproduciendo en la gran pantalla su conferencia sobre el tema, se convirtió en un éxito mediático galardonado con el Oscar al mejor documental el pasado mes.
La recaudación de la película, según los resultados más recientes, ha ascendido a 23 millones de dólares. Al Gore, por tanto, ha conseguido llamar la atención global hacia esta cuestión. Es decir, el calentamiento global ha entrado en un período de aceptación por parte de gobiernos (rompiendo incluso con el escepticismo de la Casa Blanca) y de la prensa internacional, con lo que ya no es más un tema de universidades y científicos alarmistas.
No es la primera vez que una advertencia científica para un problema que afecta a toda la humanidad necesita de personalidades o grupos de música para trascender. Así ocurrió con el sida y la capa de ozono, por citar dos ejemplos. En el caso de Al Gore, que decidió dar un nuevo sentido a su carrera después de la derrota en la carrera presidencial de 2000 (la muerte de uno de sus hijos también lo influenció), la diferencia está en que pocas veces se ha visto a una figura política que se comprometiera tan explícitamente con una causa sin motivos electorales inmediatos.
Los principales candidatos del Partido Demócrata para las próximas elecciones presidenciales estadounidenses son los senadores Hillary Rodham Clinton y Barack Obama. La política, así parece, no es la mayor motivación de Al Gore. “No tengo ninguna intención de volver a presentarme [como candidato a presidencia]. Tenemos que difundir un mensaje de urgencia y esperanza”, dijo recientemente.
Liderazgo español
El ex vicepresidente aplica la disposición para llevar a cabo tal iniciativa en distintos frentes. El pasado mes anunció la creación, junto con David Blood, un ex jefe ejecutivo de Goldman Sachs Asset Management, de un fondo de inversiones que seleccionará las acciones de su cartera según el análisis de las actividades sociales, políticas y medio ambientales de las empresas. También estuvo al frente de la presentación oficial de un macroconcierto de 24 horas, ‘Save ourselves’ (Salvémonos) que reunirá a más de 100 artistas durante presentaciones simultáneas en Johannesburgo, Londres, Shangai y Sydney, además de otros países todavía sin confirmación.
Pocas veces se ha visto
a una figura política que
se comprometiera con
una causa sin motivos
electorales inmediatos
Junto con el magnate británico Richard Branson, fundador del grupo Virgin, anunció el premio de 25 millones de dólares para quienes puedan desarrollar sistemas y tecnología capaces de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. “Enfrentamos el desafío de transformar la forma en que producimos energía, la forma en que viajamos y transportamos bienes, la forma en que construimos estructuras: todo lo que hacemos. ¿Hay alguna manera de rapiñar eficientemente el dióxido de carbono y sacarlo de la atmósfera?”, dijo. Al Gore también se ha involucrado en la formación de 1.000 voluntarios que utilizarán el mismo material audiovisual de la conferencia del político para informar a un número mayor de personas sobre el cambio climático.
En España, durante la presentación de la conferencia ‘El mayor problema actual de la humanidad: el calentamiento global y nuestra acción para frenarlo’, celebrada el pasado mes en el marco del I Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global, afirmó que “tenemos todo lo necesario para salvar el planeta menos la voluntad política, pero eso es un recurso renovable que otorgan los ciudadanos, no debemos olvidarlo. España puede liderar la lucha contra el cambio climático en Europa”.
Reconocimiento internacional
Por todo ello, el que fuera el vicepresidente de Bill Clinton recibe el reconocimiento internacional por su labor de concienciación. A los 58 años, Al Gore podría ser el próximo Nobel de la Paz de 2007, compartiendo la lista de probables postulados con el presidente boliviano Evo Morales, entre otras personas y organizaciones de todo el mundo que se han destacado por sus actividades. También ha sido nominado al premio Premio Príncipe de Astúrias de Cooperación Internacional 2007.
Del mismo modo, recibe críticas. Para muchos, el calentamiento global no deja de ser una exageración, y Al Gore una personalidad más que contribuye a difundir el alarmismo. En su penúltimo libro, Estado de miedo, el best seller Michael Crichton defiende el argumento de que el cambio climático carece todavía de comprobación científica, y que muchos intereses económicos estarían por detrás de las investigaciones científicas que aportan datos sobre las consecuencias de la emisión de gases de efecto invernadero para el clima.
Pese a las diferencias de visión de cada uno, la verdad es que más jefes de Estado y de gobierno están demostrando un mayor interés sobre el cambio climático, ya sea sobre la realidad y la fantasía en torno al tema. Lo que sí es probable es que estos líderes, en su búsqueda por información, no descartarán el documental de Al Gore.
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