miércoles, 14 de marzo de 2007

“España tiene uno de los mercados financieros más competitivos del mundo”

Entrevista con Jordi Conejos, presidente de Bankpyme.

El desarrollo económico del país en las últimas décadas, así como su integración a la Comunidad Europea, ha sentado la base de un sector financiero de mucha competencia. Las entidades han tenido –y seguirán teniendo– que descubrir su nicho, así como las necesidades específicas de sus clientes. En el caso de Bankpyme, cuyos clientes son particulares, familias, comercios y pequeñas y medianas empresas, el cuadro ofrece oportunidades renovadas de negocio. “El hecho de tener muchas pymes es una bendición muy importante”, señala Jordi Conejos, presidente de la entidad. Foto: Leandro Rodrigues.

ATB

¿Cuáles son hoy por hoy las principales necesidades de los clientes particulares y de las pymes que acuden a las agencias de Bankpyme?

España es uno de los mercados en el que el sector financiero está más desarrollado. Por ello, hay más competencia, más ofertas de productos y los servicios son más sofisticados. Las necesidades de los clientes son básicamente una mejor rentabilidad y más oportunidades en un sector muy desarrollado y muy competitivo. Por todo ello, tenemos que ser algo más rápidos y algo mejores que la competencia. Nuestra estrategia es tener una oferta de productos propios y otra de productos creados en sociedad con otras entidades. También tenemos la obsesión de ser una banca universal, con un foco de banca personal desde el punto de vista del segmento de las pequeñas y medianas empresas, intentando hacer llegar a e este perfil de clientes productos que poco tiempo antes sólo eran accesibles para medianas y grandes fortunas.

Standard & Poor’s ha identificado, en un estudio con más de 300.000 pymes, que sólo una de cada 100 no hará frente a sus pagos en el próximo año. ¿Las empresas están aprovechando la buena condición financiera para invertir en el desarrollo del negocio?

Sí porque están buscando financiación a corto y a largo plazo para su propio desarrollo. Las pymes son fundamentalmente empresas familiares y por ello tienen una serie de dificultades de gestión, como la capacidad de financiación para crecer y una visión en algunos casos muy local. Por otra parte, eso produce una densidad empresarial tremenda, lo que es una de las claves que explican porqué España ha ido muy bien en estos últimos 20 o 30 años. Por todo ello, los pequeños y medianos empresarios no se juegan sólo una actividad empresarial, sino que también su futuro. Por tanto, es más difícil que ellos dejen de cumplir con sus obligaciones financieras hacia las entidades. La prueba es que la morosidad es muy baja, a diferencia de otros países.

El endeudamiento de las familias supone un riesgo para la economía española. ¿Hasta qué punto los bancos contribuyen a ese proceso?

Este es un debate abierto. La morosidad general y la morosidad por riesgo hipotecario son prácticamente inexistentes, o son muy pequeñas. Mientras exista una tasa de paro pequeña y una capacidad de generar empleo como ocurre en España, no deben haber demasiados riesgos. Hemos visto una caída importante de los tipos de interés en los últimos años, con una capacidad de financiar mucho más alta.

El reto para muchas
entidades es satisfacer
las necesidades y
la rentabilidad de
clientes que tienen
una capacidad de ahorro


Por otra parte, ha habido un incremento de los valores del patrimonio inmobiliario, acompañado de un alargamiento de los plazos de financiación, puesto que estar por encima de los diez años era muy infrecuente. Pese a estos factores, no hemos observado ningún riesgo de morosidad. Lo que sí es verdad que todas las entidades nos estamos fijando mucho en la capacidad de pago de los clientes y en los límites de concesión de las hipotecas para que no estén muy cercanos al 80 o 90 por ciento.

Los préstamos son un gran negocio para los bancos, ya sea por la vivienda o por el consumo. Estos productos, sin embargo, podrían representar un problema en el futuro debido al aumento de la morosidad. ¿Qué otros segmentos de negocios podrían ser mejor explorados?

Hemos entrado en una dimensión de riqueza en España que nunca la habíamos tenido. España ha dejado de ser en los últimos 30 años un país que exportaba mano de obra, transformándose en uno que importa trabajadores en número elevado. También ha pasado de ser un país con déficit de cosas muy importantes a otro que tiene una clase media con un nivel de ahorro importante. El reto para muchas entidades es satisfacer las necesidades y la rentabilidad de una parte importante y creciente de clientes que tienen una capacidad o que han hecho un ahorro en los últimos años.

Las entidades financieras españolas son consideradas las más rentables de Europa. ¿Cuáles son las razones determinantes para ello?

La competencia. El crecimiento de la economía y la entrada de España en la Unión Europea y la adaptación del país a las mejores prácticas empresariales y de gestión también han ayudado muchísimo, pero sobretodo la competencia del sector. Además tenemos que tener en cuenta que los clientes, con su capacidad de ahorro, son muy sofisticados. Por todo ello, España se ha convertido en uno de los mercados financieros más competitivos del mundo. Por eso, es muy difícil para entidades de otros países entrar en el mercado español.

¿Qué riesgos ponen en peligro la continuidad de este ciclo evolutivo?

Pocos a corto plazo. De todos modos, hay que mantener elevados los niveles de solvencia, buscar buenas rentabilidades y hacer las cosas algo mejor que ayer porque los mercados maduros exigen que estés muy atento con tu estructura de costes y que luches continuamente por una mayor eficiencia.

La reorganización del modelo de negocio de Bankpyme implicó un reajuste de las dimensiones de la entidad. ¿Los planes de expansión están congelados de momento?

Tenemos un plan de negocios que acaba este año, con lo que tendremos que tomar decisiones. Hemos cumplido el presupuesto algo mejor de lo que teníamos previsto, y este año tenemos que plantear que seguramente esto vaya por un crecimiento y por una expansión. Pero hasta este año nos fijaremos en consolidar después de haber hecho el planteamiento del nuevo modelo de negocio en el 2004. La expansión, sin embargo, será no sólo de cara a España, sino que también de cara a donde ya estamos en España.

La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, ha advertido de la fragmentación del sector financiero europeo y de las dificultades de los consumidores y pymes para encontrar las mejores ofertas de productos. ¿El sector español estaría preparado para la competitividad de un mercado financiero comunitario efectivo?

El proceso de construcción europeo se está iniciando todavía, puesto que aún hay mucho por hacer. Desde el punto de vista del sector financiero, donde tal vez ha habido más liberalización y más información, hay varias estrategias. Algunas entidades, por ejemplo, han apostado por tener presencia europea vía adquisiciones y presencias accionariales significativas. Esto se está produciendo más de España hacia fuera, que del resto de Europa a España porque se trata de un mercado mucho más competitivo. Por todo ello, una matriz de más relaciones con otras entidades es algo que crece a cada año en el sector.

¿Un imperio decadente?

La política exterior estadounidense, con su reciente fracaso en Iraq, ha expuesto las deficiencias de una estrategia intervensionista equivocada y reencendido el debate doméstico sobre las verdaderas prioridades del país. Por ello, suben de tono las voces que reclaman la retomada del esfuerzo diplomático y de una mayor cooperación internacional en temas universales. Foto: CE.

ATB

Si todo saliera como pronosticó la administración Bush hace cinco años, la invasión y la reconstrucción de Iraq costarían aproximadamente 50.000 millones de dólares (cerca de 41,6 millones de euros) para los Estados Unidos. El cálculo, sin embargo, parecía irreal para muchos analistas, que ya en aquella época preveían un coste superior para la guerra. Lawrence Lindsey, una consejera de la Casa Blanca para asuntos económicos en aquel entonces, cifró los gastos en 200.000 millones de dólares. El equipo del presidente, comprometido con los preparativos del conflicto, recibió la previsión más realista con disgusto no disimulado. La experta, poco tiempo después dimitió, en parte debido a las conclusiones de su estudio. A día de hoy, tanto los analistas como el elector estadounidenses observan asombrados como ambas previsiones estaban equivocadas. Las guerras, suele enseñar la Historia, no tienen un presupuesto previsible.


En el caso de la guerra de Iraq, el fin de las hostilidades y la subsecuente reconstrucción del país son todavía una incógnita, con lo que aumentan las críticas domésticas hacia la política exterior puesta en marcha por el presidente George W. Bush tras los atentados terroristas contra Washington y las torres gemelas de Nueva York del 11 S. La mayoría demócrata en el Congreso ha reencendido el debate político sobre la necesidad de un cambio de la estrategia de seguridad nacional. En las calles, las personalidades de Hollywood contrarias al gobierno son acompañadas por un número creciente de ciudadanos anónimos durante las manifestaciones callejeras, lo que podría representar un cansancio también por parte de segmentos menos conservadores del electorado del país.

“La política exterior de los Estados Unidos es radical, puesto que supone un cambio el pasar de la defensa a la seguridad. El peligro ya no es un Estado que les pueda atacar, sino los grupos terroristas. Las fuerzas armadas tienen que luchar contra ese tipo de terrorismo, con lo que el cambio tiene que ser radical. Esa visión también la tiene la estrategia de seguridad de la Unión Europea, es decir, se considera la posibilidad de que los terroristas utilicen armas de destrucción masiva. El problema lo tiene todo Occidente, pero los Estados Unidos han sido los más activos en el sentido de que han decidido utilizar todos los medios para evitar futuros ataques”, explica a ATB Félix Arteaga, investigador de temas de defensa y seguridad del Real Instituto Elcano.

Los interrogantes que comparten los políticos de la oposición y los ciudadanos más descontentes serían estas:


• ¿Hacia dónde quiere llegar EEUU con su política exterior?
• ¿Más valen las armas y la guerra, o las personas y el diálogo diplomático?
• ¿Cuáles son las verdaderas prioridades del país?
• ¿O es que, como un imperio decadente, sólo le queda persuadir con el desembarque de tropas?

El poder militar de la mayor economía mundial, de momento, aglutina las respuestas. Actualmente se sabe que la guerra en Iraq tiene un coste anual de cerca de 200.000 millones de dólares, el mismo valor que Lawrence Lindsey había previsto para toda la operación militar y que provocó tanto mal estar en la Casa Blanca.

Con la mitad de los recursos, según datos comparativos publicados recientemente por el The New York Times, el gobierno estadounidense podría encargarse de la atención médica de todos los estadounidenses excluidos del sistema público de salud del país. Un programa universal de educación preescolar no exigiría más de 35.000 millones de dólares anuales, mientras que la inmunización de los niños de todo el mundo contra el sarampión, la tos ferina, el tétanos, la tuberculosis, la poliomielitis y la difteria representaría una inversión anual de 600 millones de dólares. “El presupuesto de Bush [para la defensa] prueba que el imperio americano está en declive. La guerra en Iraq es insostenible. Aunque fuera un triunfo de reconstrucción de un país, basado en evidencias legítimas de amenazas contra nuestra seguridad interna, la guerra en Iraq devasta nuestro futuro económico”, escribió un lector al editor del periódico estadounidense el pasado 8 de febrero.

La mayoría demócrata en el
Congreso ha reencendido
el debate político sobre la
necesidad de un cambio de la
estrategia de seguridad nacional


El precio a pagar por la guerra y la supuesta lucha contra el terror, tanto en vidas como en dólares, se ha convertido en una cuestión nacional. Y es que las previsiones actuales de los probables costes totales de la guerra en Iraq –incluidos los recursos necesarios, por ejemplo, para el tratamiento físico y psicológico de los soldados heridos en combate– ascienden a cifras jamás pensadas incluso por quienes, en el pasado, consideraban justificada la invasión del país. Las proyecciones de diferentes analistas oscilan entre 1,2 y 2 billones de dólares, cifras que no sólo son difíciles de concebir sino que también dan la medida del problema del conflicto en el Oriente Próximo.

“Los americanos podríamos (y deberíamos) haber preguntado si habrá otras formas de gastar ese dinero que puedan mejorar nuestro largo recorrido de bienestar, y tal vez incluso nuestra seguridad. Si se considera la estimación de analistas conservadores de un gasto con la guerra de 1 billón de dólares, la mitad de esa suma podría haber financiado una sólida seguridad social durante los próximos 75 años. Si gastáramos en educación e investigación incluso una pequeña fracción de lo que quedara, probablemente nuestra economía estaría en una posición más fuerte. Si parte del dinero fuera destinada a la investigación de tecnologías de energía alternativa, o fuera utilizada para proveer medios para la conservación energética, seríamos menos dependientes del petróleo, y así más seguros. Los precios más bajos del petróleo que se obtendrían como resultado tendrían implicaciones obvias para el financiamiento de algunas de las amenazas actuales a la seguridad de América”, concluyen los economistas Joseph E. Stiglitz, de la Universidad de Columbia, y Linda Bilmes, de la Universidad de Harvard, en un informe publicado recientemente.

Las críticas a las prioridades de la política externa estadounidense provienen también de líderes internacionales. El pasado mes, el presidente ruso Vladimir Putin hizo un duro reproche a la actuación internacional de Estados Unidos, sugiriendo que el país estaría estimulando una carrera armamentista nuclear. Las palabras del mandatario ruso, pese a la retórica, se convirtieron en un vivo recuerdo de los tiempos de la guerra fría. “Atestiguamos un uso exagerado y casi incontrolado de la fuerza en las relaciones internacionales. Estados Unidos, ha traspasado sus fronteras nacionales en todas las formas y eso es muy peligroso porque nadie se siente ya seguro, porque nadie puede protegerse en el derecho internacional”, dijo.

Un mundo no “gobernable”

El imperio jamás ha estado tan expuesto. Así piensan muchos de los críticos a la política exterior estadounidense, y esa es la tónica de los análisis publicados no sólo por los periódicos más importantes del país, sino también por universidades y entidades independientes. El mundo ya no es “gobernable” como hace algunas décadas y tampoco se deja conducir por las decisiones de dos superpotencias dominantes. La dinámica de la política internacional es más compleja y cuenta con la participación activa de las potencias emergentes, los verdaderos enemigos son individuos aparentemente comunes que suben a autobuses que enseguida explotarán, el de al lado puede ser un coche bomba, mientras que un numero creciente de naciones decide aplicar sus propias estrategias de defensa sin antes consultar la comunidad internacional. Debido a esa complejidad, se critica la “paranoia”, la “prepotencia” y la “agresividad” estadounidense, por citar algunos de los adjetivos utilizados por quienes se oponen a las decisiones de Washington. En este cuadro, ¿cómo los Estados Unidos pueden encajar su tradición histórica de defender internacionalmente no sólo sus intereses nacionales, sino también los valores que consideran legítimos?

“Cuando los críticos hablan de prepotencia, se refieren a que involucran a los aliados, incluso a los más leales, ante hechos consumados. Esa es una asignatura que tiene pendiente la política exterior y de seguridad de Estados Unidos, no sólo hacia los aliados, pero también de comunicación hacia su propia sociedad. También necesitan superar ese recelo de las grandes potencias a la hora de compartir las soluciones. En el caso de Iraq, el gasto militar no está teniendo el resultado esperado, aunque las partidas destinadas a transformar la sociedad de Iraq hayan tenido algunos resultados parciales, como la realización de elecciones y un plan de seguridad tras otro. Pero por mucho dinero que inviertan y por mucho esfuerzo diplomático que se haga, los resultados están lejos de lo esperado. Dicho esto, es importante recordar que EEUU no está solo porque todos lo necesitan, así como las organizaciones internacionales de seguridad porque es el país que tiene la capacidad y la voluntad militar de actuar. Si se produce un aislamiento, muchas zonas del planeta tendrían el problema de encontrar a alguien que llenara el hueco”, complementa el investigador Félix Arteaga.

Las proyecciones de
diferentes analistas
para el coste total de la
guerra oscilan entre 1,2
y 2 billones de dólares


El periodista, escritor e investigador Anatol Lieven escribe que “una forma especialmente americana de mirar el mundo ha fallado en Iraq, así como la estrategia de la administración Bush”. Para él, el gobierno de Washington ha decidido actuar más allá de las fronteras nacionales sin tener en cuenta el concepto del “realismo ético”, una forma de pensar la política exterior defendida por diferentes intelectuales estadounidenses que se mostraban desilusionados con la estrategia utilizada durante la guerra fría. El realismo ético sería el modelo a seguir, representando “una estrategia internacional basada en prudencia; una concentración en posibles resultados en vez de buenas intenciones; un estudio cercano de la naturaleza, de los puntos de vista y de los intereses de otros Estados, así como una disposición para acomodar estos mismos intereses cuando no contradijeran los de América; y una mezcla de patriotismo americano asociado a una conciencia equitativamente profunda de los límites de la fuerza americana”.

El experto político Harlan Cleveland, a su vez, recuerda algunos de los logros de las políticas exteriores estadounidenses del pasado, comparándolos con la estrategia de la administración Bush. “Los estadounidenses y nuestro gobierno nos habíamos vuelto actores importantes en cada región del mundo. Estábamos comprometidos con temas regionales que también podrían ser considerados globales, como la erradicación de enfermedades infecciosas, la aviación civil internacional, los intercambios comerciales internacionales, la cooperación en políticas fiscales, el intercambio de la información, la investigación agrícola para el desarrollo, el mantenimiento de la paz por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la atención a los refugiados y personas desplazadas, la capa de ozono, el calentamiento global y las técnicas de predicción del clima”, observa. Según él, este comprometimiento se ha transformado, atendiendo a los intereses de la actual administración, que no ha dudado en actuar con el uso del poder militar del país.

“En los primeros años de este siglo, el liderazgo histórico de Estados Unidos en una cooperación internacional constructiva ha sido seriamente perjudicado por dirigentes americanos. Una serie de decisiones tomadas en secreto en Washington, sumadas a las acciones unilaterales en todas las partes, han enredado las fuerzas armadas en la invasión de Iraq. Los planificadores del Pentágono evidentemente asumieron que su papel sería el de libertadores: creían que una población iraquí amistosa, liberada finalmente de 30 años de dictadura, se auto organizaría para reconstruir su propio país. Pero incluso en el caso histórico más favorable, y por poner un solo ejemplo, cuando los Aliados empujaron a los alemanes fuera de Italia durante la Segunda Guerra Mundial, la autoridad aliada tuvo que desplazar fuerzas de seguridad para implementar la gestión de un gobierno local, reconstruir la red energética del país, reconstruir puertos y carreteras y proveer grandes cantidades de comida y combustible antes que la gente traumatizada pudiera empezar a organizar su propio futuro democrático”, recuerda el experto.

El poder divino del imperio

Las grandes corporaciones de seguridad y armamento han sido apuntadas como un grupo de gran influencia en las decisiones de Washington, lo que no deja de ser un hecho si se considera el caso de Iraq. La política exterior, por tanto, tendría motivaciones económicas, puesto que la reconstrucción iraquí ofrece una infinidad de oportunidades (además de contratos en algunos casos demasiado favorables) a los contratistas. Ésa, sin embargo, no es la única fuerza de influencia en las decisiones de la Casa Blanca, apuntan los analistas. “Lo que es menos entendido es que todos los imperios de la historia han sido caracterizados por un declive de la razón y un aumento de la fe supernaturalista, combinada a una creencia en el imperio, con su emperador que tiene el mandato de Dios en la Tierra”, argumenta William Marina, investigador del Independent Institute y profesor de Historia en la Universidad Atlántica de Florida.

En su artículo Los imperios como períodos de ignorancia religiosa, el experto analiza la influencia religiosa en el gobierno estadounidense, así como las consecuencias negativas de las recientes acciones en política exterior para la visión que el mundo tiene de los Estados Unidos. Según él, el apoyo del fundamentalismo cristiano a la guerra en Iraq y al intervensionismo de EEUU fue precedido por intentos de grupos evangélicos de bloquear avances científicos y ponerse en contra a planteamientos menos conservadores de la sociedad norteamericana.

“Una forma americana de
mirar el mundo ha fallado
en Iraq, así como la estrategia
de la administración Bush”


“En el corazón de la idea del imperio, está la visión de que el Estado es la entidad fundamental de nuestras vidas. La legitimación del Estado como algo además de la fuerza y poder, se convierte en una necesidad extremamente importante. De ahí que la religión siempre ha sido una herramienta importante en ese proceso”, explica el experto a ATB. “América ha fallado en su esfuerzo de obtener la hegemonía sobre todo el planeta por medio de lo que algunos han llamado de el ‘Imperio universal’. Su ascenso, así como su declive, ha sido más rápido que lo de Roma. Los romanos llevaron a cabo la introducción de lo que se puede llamar una gran estrategia para hacer frente a su declive económico, retardando así el declive político. En Estados Unidos, sin embargo, hay pocas indicaciones, por lo menos hasta el momento, de que los líderes hayan hecho la misma clase de análisis intelectual o hayan adoptado una estrategia semejante”, agrega.

William Marina explica además en su artículo que el declive del imperio estadounidense es evidente en las últimas décadas debido a una serie de factores determinantes: la bancarrota creciente desde los años 60 como el aspecto económico más evidente, el declive cultural y la intolerancia respecto a diferentes temas científicos y de conocimiento. “Con la pluralidad de los que votaron en la última elección presidencial saludando “Hail George”, observemos que la presidencia de George W. Bush podría marcar el momento crucial de la aceleración excepcional de ese proceso”, concluye.

La herencia de Bush

De cara al futuro, otra pregunta complementa el cuestionario del principio del artículo: ¿se pueden prever mayores cambios en la política exterior estadounidense con una posible victoria de un candidato demócrata en las próximas elecciones presidenciales? La posibilidad es mínima, aunque los representantes del Partido Demócrata intenten demostrar lo contrario ahora que tienen reasumida la mayoría en el Congreso. “Quizás cambien el estilo o el objeto de las futuras decisiones, pero no el todo porque las políticas exteriores suelen ser consensuadas y cuentan con el respaldo de la sociedad. Por todo ello, puede que varíen alguna prioridad, pero no será un cambio radical. La posibilidad de un cambio más significativo existe si la experiencia en Iraq fracasa en algunos años o si el terrorismo resurge con fuerza”, evalúa Félix Arteaga, investigador del Real Instituto Elcano.

Hillary Clinton, que lidera los sondeos de las preferencias del Partido Demócrata para la candidatura a la Casa Blanca, se enfrenta a cuestionamientos desconcertantes siempre que en los mítines le preguntan sobre los motivos de su apoyo inicial a la guerra de Iraq. Ella se limita a decir que, sabiendo lo que hoy se sabe, nunca habría votado a favor de la ofensiva militar. El argumento, sin embargo, no convence del todo a muchos de los electores, que prefieren concentrar sus atenciones en el principal oponente de Hillary Clinton en las próximas primarias del partido. Barack Obama, que podría convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, recibe aplausos animados de sus oyentes siempre que recuerda que se ha opuesto a la invasión de Iraq desde el principio. Los electores se sienten confortados con su rechazo a la solución bélica, sin recordar, sin embargo, que el candidato no precisó votar en 2002 por la resolución que decidió el futuro de Iraq, una vez que aún no ocupaba un asiento en el Senado.

La política exterior, con la guerra de Iraq en primera línea, será determinante para las pretensiones de cualquier candidato a la presidencia, ya sea del Partido Demócrata o del Republicano. La herencia la dejará George W. Bush, y tocará al nuevo mandatario estadounidense transformarla en lo que muchos esperan sea una nueva forma de actuar de la primera economía mundial.

El cambio de Al Gore


El ex vicepresidente de los Estados Unidos decidió dar un giro a su carrera después de la muerte de uno de sus hijos y de la derrota en las elecciones presidenciales de 2000. En su nueva labor, advierte: “España puede liderar la lucha contra el cambio climático en Europa”. Imagen: Divulgación.

ATB

Hemos entrado en un período de consecuencias, muchas de ellas concebidas gracias a la ineptitud de la humanidad para los cambios de estilo de vida. Esa podría ser la síntesis del mensaje del documental Una verdad incómoda, protagonizado por el ex vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore. La producción de Davis Guggenheim, en la que el político detalla las consecuencias del cambio climático reproduciendo en la gran pantalla su conferencia sobre el tema, se convirtió en un éxito mediático galardonado con el Oscar al mejor documental el pasado mes.

La recaudación de la película, según los resultados más recientes, ha ascendido a 23 millones de dólares. Al Gore, por tanto, ha conseguido llamar la atención global hacia esta cuestión. Es decir, el calentamiento global ha entrado en un período de aceptación por parte de gobiernos (rompiendo incluso con el escepticismo de la Casa Blanca) y de la prensa internacional, con lo que ya no es más un tema de universidades y científicos alarmistas.

No es la primera vez que una advertencia científica para un problema que afecta a toda la humanidad necesita de personalidades o grupos de música para trascender. Así ocurrió con el sida y la capa de ozono, por citar dos ejemplos. En el caso de Al Gore, que decidió dar un nuevo sentido a su carrera después de la derrota en la carrera presidencial de 2000 (la muerte de uno de sus hijos también lo influenció), la diferencia está en que pocas veces se ha visto a una figura política que se comprometiera tan explícitamente con una causa sin motivos electorales inmediatos.

Los principales candidatos del Partido Demócrata para las próximas elecciones presidenciales estadounidenses son los senadores Hillary Rodham Clinton y Barack Obama. La política, así parece, no es la mayor motivación de Al Gore. “No tengo ninguna intención de volver a presentarme [como candidato a presidencia]. Tenemos que difundir un mensaje de urgencia y esperanza”, dijo recientemente.

Liderazgo español

El ex vicepresidente aplica la disposición para llevar a cabo tal iniciativa en distintos frentes. El pasado mes anunció la creación, junto con David Blood, un ex jefe ejecutivo de Goldman Sachs Asset Management, de un fondo de inversiones que seleccionará las acciones de su cartera según el análisis de las actividades sociales, políticas y medio ambientales de las empresas. También estuvo al frente de la presentación oficial de un macroconcierto de 24 horas, ‘Save ourselves’ (Salvémonos) que reunirá a más de 100 artistas durante presentaciones simultáneas en Johannesburgo, Londres, Shangai y Sydney, además de otros países todavía sin confirmación.

Pocas veces se ha visto
a una figura política que
se comprometiera con
una causa sin motivos
electorales inmediatos


Junto con el magnate británico Richard Branson, fundador del grupo Virgin, anunció el premio de 25 millones de dólares para quienes puedan desarrollar sistemas y tecnología capaces de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. “Enfrentamos el desafío de transformar la forma en que producimos energía, la forma en que viajamos y transportamos bienes, la forma en que construimos estructuras: todo lo que hacemos. ¿Hay alguna manera de rapiñar eficientemente el dióxido de carbono y sacarlo de la atmósfera?”, dijo. Al Gore también se ha involucrado en la formación de 1.000 voluntarios que utilizarán el mismo material audiovisual de la conferencia del político para informar a un número mayor de personas sobre el cambio climático.

En España, durante la presentación de la conferencia ‘El mayor problema actual de la humanidad: el calentamiento global y nuestra acción para frenarlo’, celebrada el pasado mes en el marco del I Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global, afirmó que “tenemos todo lo necesario para salvar el planeta menos la voluntad política, pero eso es un recurso renovable que otorgan los ciudadanos, no debemos olvidarlo. España puede liderar la lucha contra el cambio climático en Europa”.

Reconocimiento internacional

Por todo ello, el que fuera el vicepresidente de Bill Clinton recibe el reconocimiento internacional por su labor de concienciación. A los 58 años, Al Gore podría ser el próximo Nobel de la Paz de 2007, compartiendo la lista de probables postulados con el presidente boliviano Evo Morales, entre otras personas y organizaciones de todo el mundo que se han destacado por sus actividades. También ha sido nominado al premio Premio Príncipe de Astúrias de Cooperación Internacional 2007.

Del mismo modo, recibe críticas. Para muchos, el calentamiento global no deja de ser una exageración, y Al Gore una personalidad más que contribuye a difundir el alarmismo. En su penúltimo libro, Estado de miedo, el best seller Michael Crichton defiende el argumento de que el cambio climático carece todavía de comprobación científica, y que muchos intereses económicos estarían por detrás de las investigaciones científicas que aportan datos sobre las consecuencias de la emisión de gases de efecto invernadero para el clima.

Pese a las diferencias de visión de cada uno, la verdad es que más jefes de Estado y de gobierno están demostrando un mayor interés sobre el cambio climático, ya sea sobre la realidad y la fantasía en torno al tema. Lo que sí es probable es que estos líderes, en su búsqueda por información, no descartarán el documental de Al Gore.

viernes, 2 de febrero de 2007

Lo que China sólo encuentra en África y AL

Pekín necesita de recursos naturales para seguir con su vertiginoso crecimiento económico, o no será capaz de alimentar y dar empleo a la mayor población del mundo. Por ello, se adelanta a Estados Unidos y Europa en la búsqueda de nuevas alianzas y amistades con los países de América Latina y África.

After the Bell (ATB)

Un antiguo mapa podría situar a los exploradores chinos por delante de Cristóbal Colón en la línea del tiempo de la historia universal. El documento, presentando simultáneamente en Londres y Pekín el pasado enero, sería una copia de 1743 hecha a partir de otro mapa de 1418. Su veracidad, todavía pendiente de una prueba de datación, comprobaría que los navegadores chinos exploraron América décadas antes de la llegada de Colón (1492) al continente. La idea de que las flotas chinas del siglo XV merecen un renovado reconocimiento histórico no es reciente, pese al escepticismo de muchos expertos hacia documentos como el mapa hecho público el pasado enero. Los logros de las exploraciones históricas chinas seguirán siendo, por tanto, una incógnita hasta que se acepte una prueba definitiva de las visitas de las embarcaciones imperiales a las costas americanas. Lo que sí se sabe hoy día es que China vive una renovada época de “exploraciones” por el mundo. En este caso, no es necesario esperar por pruebas científicas, sino tener los sentidos atentos a las noticias. China conquista nuevos dominios cada día, siempre y cuando un representante oficial firma un acuerdo comercial o de colaboración con otro país. Tales incursiones del presente, al contrario de las navegaciones del pasado, se traducen en unas conquistas casi aseguradas, puesto que Pekín juega con lo más efectivo: dinero para comprar, prestar e invertir.

China tiene prisa para crecer. La segunda mayor economía mundial, con una población de 1.300 millones de personas y el segundo mayor presupuesto de defensa del mundo, se ha impuesto un ritmo de crecimiento vertiginoso. Según datos oficiales, el crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) se mantuvo cercano a los dos dígitos a lo largo de la última década. Las consecuencias de ello también son vertiginosas. La apetencia de la economía por materias primas se ha incrementado en la misma proporción, convirtiendo al país en el primer consumidor mundial de cimiento, por poner un ejemplo. Las necesidades en el campo energético también se destacan en las estadísticas, con lo que Pekín figura como el segundo consumidor mundial de petróleo, por detrás solamente de Estados Unidos y por delante de Japón. No sorprende tampoco que sea cada vez más difícil alimentar a la población creciente de los centros urbanos, cuyo poder de compra registra repetidos incrementos en las estadísticas. Las estimaciones son de que entre 90 y 300 millones de chinos emigraron del campo a las ciudades en los últimos años. A ellos se deberán sumar entre 100 y 200 millones de emigrados durante la próxima década, lo que reducirá sensiblemente la capacidad de producción del campo. Los núcleos urbanos son la fuerza motriz del desarrollo económico, y deberán tener sus necesidades saciadas. En Shangai, uno de los puntos neurálgicos del boom chino, se supone que se incorporan cada año un millón de nuevos habitantes. Existe hoy una necesidad vital de alimentar y emplear la población, sin lo que el crecimiento económico y el propio orden social quedarán amenazados.

China conquista
nuevos dominios
cada día, siempre
que un representante
oficial firma un acuerdo
comercial con otro país


Por todo ello, el gobierno chino ha puesto en práctica una política externa y diplomática con un objetivo claro: obtener en otras regiones del planeta la energía y materias primas tan necesarias para el crecimiento económico. Los mayores éxitos los está obteniendo en África y América Latina, dos continentes donde a la abundancia de recursos naturales se suma los intereses de los gobernantes de países en desarrollo por ayudas económicas y una mayor presencia en la política internacional. Esa forma de actuar de Pekín recibe críticas, y no son pocos los expertos y representantes de la comunidad internacional que la clasifican de oportunista. El pasado diciembre, un oficial de la administración de Taiwán –el gobierno chino no reconoce a Taiwán como un Estado, sino una provincia rebelde– acusó a Pekín de comprar reconocimiento diplomático en África con 250 millones de dólares (cerca de 208 millones de euros) en préstamos ofrecidos a cinco países, además del cancelamiento de sus deudas económicas. El discurso oficial, sin embargo, lo rechaza. “Nuestras relaciones con los países africanos son basadas en la igualdad y en el beneficio y respecto mutuos”, dijo
Liu Jianchao, portavoz del ministro de Relaciones Externas. Los viajes oficiales del presidente Hu Jintao a África y América Latina, así como de ministros, embajadores y altos cargos del gobierno, son un hecho. En estas ocasiones, invitados y anfitriones suelen firmar acuerdos cuyas aportaciones son siempre las mismas: recursos económicos de parte de China en cambio a recursos naturales o oportunidades de negocio en el mercado local.

La elección de África y América Latina como principales blancos de la actual política externa china no es porque sí. Las palabras clave para entender la política exterior china hacia los dos continentes son recursos naturales, influencia política y Taiwán. En este último caso, hay que tener en cuenta que está en juego el reconocimiento internacional de la república reclamada por Pekín. En América Central, seis países –Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador– mantienen relaciones diplomáticas oficiales con Taipei, mientras que en el Caribe lo hacen Haití, República Dominicana, las islas de Saint Kitts y Nevis y San Vicente y las Granadinas. En América del Sur, dónde la influencia china ha logrado mayores cambios de punto de vista, sólo el Paraguay no ha dejado de reconocer a Taiwán como un Estado independiente. En cuanto a los recursos naturales, hay que tener en cuenta que los mandatarios chinos no son elegidos democráticamente, con lo que su legitimidad está condicionada también al bien estar (o por lo menos la sensación de que él existe) de los 1.300 millones de habitantes. La población podría salir a las calles para exigir cambios en el caso de que se elevara el desempleo o se notara la escasez de alimentos energía o recursos básicos. El gobierno chino aprendió con las protestas en la Plaza de Tiananmen en 1989, cuyas imágenes de represión contra los estudiantes dieran la vuelta al mundo. La disponibilidad de materias primas, por tanto, es una necesidad vital no sólo para la estabilidad económica sino también social. Por eso, será necesario hacer aliados, o por lo menos amigos.


US$ 100.000 millones en América Latina

Venezuela podría definirse como uno de los principales socios económicos chinos de la actualidad. Las afinidades del presidente
Hugo Chávez con el gobierno chino son evidentes y han generado ventajas para ambos lados. Venezuela es el quinto mayor productor de petróleo del mundo, con una producción diaria de 2,5 millones de barriles, y también uno de los países opositores a la influencia estadounidense en la política internacional. Pekín, en muchos casos, se presenta como un interlocutor alternativo a los Estados Unidos para acercarse a los países que pueden ofrecerle lo que busca, lo que parece ser una forma de actuar bastante efectiva. China ha invertido 1.000 millones de dólares (cerca de 833 millones de euros) en proyectos relacionados al crudo y se ha comprometido a gastar otros 350 millones de dólares (cerca de 291 millones de euros) en la explotación de campos de petróleo venezolanos, además de otros 60 millones de dólares (cerca de 50 millones de euros) en proyectos de gas. Durante su visita a Pekín en 2004, Chávez declaró al mundo la importancia del gobierno chino como uno de los principales inversores del país, lo que no dejó de ser notado en Washington. La administración del presidente George W. Bush tiene un interés especial por las decisiones tomadas en Caracas no sólo debido a los recientes ataques del presidente Chávez a su homólogo, sino también porque los Estados Unidos importan el 15 por ciento de la producción de petróleo venezolana. La dependencia energética de la Casa Blanca es tan alarmante, que el tema forma parte de la candidatura de la ex primera dama Hillary Rodham Clinton a la presidencia de EEUU.

Pekín, en muchos casos,
se presenta como un
interlocutor alternativo
a los Estados Unidos

En Brasil, los encuentros oficiales también fueron proficuos. El presidente Hu Jintao, que fue recibido en Brasilia en 2004, ofreció un acuerdo de aproximadamente 7.000 millones de dólares (cerca de 5.830 millones de euros) en inversiones en puertos y ferrovías, lo que solucionaría los problemas de distribución en el país, cuyo sistema de transportes está basado en las carreteras. El presidente chino animó además a
Luiz Inácio Lula da Silva a que los dos países intensifiquen sus relaciones comerciales en la próxima década. La condición para que las inversiones comiencen a llegar, sin embargo, recibió poca atención de la prensa internacional, pero es fundamental para entender los intereses del mandatario chino. El presidente Lula tubo que reconocer a China como una economía de mercado, lo que no refleja la realidad, puesto que, para ello, la economía china debería funcionar bajo las reglas internacionales de comercio exterior. Pekín es el tercer principal comprador de productos brasileños, por detrás solamente de Estados Unidos y Argentina, socios económicos históricos de Brasilia. Las vendas para el país asiático aumentaron un 24 por ciento el pasado año, alcanzando los 8.390 millones de dólares (cerca de 6.990 millones de euros). Los principales productos exportados, según datos oficiales, fueron los minerales de hierro y la soja. Los sectores que más ampliaron sus ventas, sin embargo, fueron los del petróleo y derivados (un 44,4 por ciento), azúcar (58,6 por ciento) y alcohol (111,2 por ciento), dando pistas de las necesidades de la economía asiática y de lo que Brasil tiene a ofrecer. “Ese proceso de diversificación de los socios económicos que hemos visto en los últimos años da consistencia al crecimiento de las exportaciones brasileras”, anunció el secretario ejecutivo del Ministerio del Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Ivan Ramalho, el pasado enero.

El anuncio más importante, Hu Jintao lo haría en Argentina, durante su visita al país también en 2004. Además de firmar un acuerdo de 20.000 millones de dólares (cerca de 16.600 millones de euros) para la próxima década en proyectos de construcción civil y de explotación de petróleo y gas –esencial para una economía que todavía se recupera de la crisis de 2001–, el mandatario anunció que invertirá hasta 100.000 millones de dólares (cerca de 83.300 millones de euros) en el continente hasta 2014. Durante las visitas oficiales del mandatario chino al continente en 2004, que incluyeron Chile y Cuba además de Brasil y Argentina, fueron firmados 39 acuerdos en diversos sectores, incluso el de la exploración espacial. Para muchos expertos, América Latina y el país asiático viven el mejor momento de la relaciones comerciales en la historia de ambos. En 1975, por poner un ejemplo, las transacciones comerciales sumaban escasos 166,6 millones de euros, cifra que se situó por encima de los 2.300 millones de euros en 1988, y que hoy alcanza los 33.300 millones de euros. Los resultados de la política exterior de la superpotencia hacia el continente son todavía una incógnita, pero tanto analistas internacionales independientes como representantes del gobierno de Washington ven los acuerdos firmados y las futuras inversiones como una clara señal de que América Latina se ha convertido en una región estratégica para los planes de futuro de China. Pekín, vale recordar, juega con lo más efectivo: dinero para comprar, prestar e invertir.


Invasión de los mercados africanos

En África, la presencia china, ya sea en visitas oficiales o debido al crecimiento del numero de empresas de diferentes sectores instaladas en el continente, se ha transformado en una constante. En Angola, el gobierno local paga a un consorcio de empresas chinas cerca de 1.580 millones de euros por la reconstrucción de todas las carreteras, puentes, estaciones y otros equipamientos. Se sabe que Angola es un país extremamente pobre, pero muchos desconocen que se detiene en sus costas una de las mayores reservas de petróleo del mundo bajo sus aguas costeras. Las ventas del crudo han generado unos recursos económicos extras que posibilitan al país hacer contratos como el que permitirá la reconstrucción de la infraestructura nacional. ccc. El petróleo no es el único producto de interés, todo lo contrario. Así como en las negociaciones mantenidas en América Latina, las importaciones incluyen el hierro y sus derivados, algodón y madera, entre otros productos. En el caso de Angola, el acercamiento empezó por un estrechamiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países. China, en este sentido, se presenta no sólo como un socio comercial con gran poder de compra, sino también una fuente alternativa de crédito a los creederos históricos (Europa y Estados Unidos). A los 2.000 millones de dólares (cerca de 1.660 millones de euros) en acuerdos firmados en 2004, se sumaron otros 3.000 millones de euros (cerca de 2.500 millones de euros) en 2006.

Las relaciones comerciales entre África y China crecieron de 16.000 millones de dólares (cerca de 13.330 millones de euros) en 2000 a más de 40.000 millones de dólares (cerca de 33.300 millones en 2005), mientras que las tasas de crecimiento de los países subsaharianos han casi doblado en el mismo período, del 3 por ciento al 5,8 por ciento. El avance económico refleja no sólo las ventas de productos para China, sino también las importaciones provenientes del país asiático, lo que ha permitido que los productos manufacturados made in China invadieran los mercados locales. Una de las principales razones para ello es que las empresas chinas, al contrario de las sociedades de otros países, se instalan en países considerados arriesgados para la manutención de negocios, ya sea por conflictos internos o por la inseguridad jurídica. La relaciones de Pekín con los países del continente se han estrechado al punto del gobierno chino haber decretado el 2006 como “El año de África”. También se ha creado el Forum para la Cooperación África-China, una plataforma de diálogo y cooperación. El pasado noviembre, la 2ª Conferencia de Emprendedores Chinos y Africanos, realizada en Pekín, concluyó con la firma de 14 acuerdos entre empresas chinas y los gobiernos de los países participantes (Egipto, Etiopia, África del Sur, Nigeria, Kenia, Ghana, Zambia, Uganda, Seychelles, Lesoto y Cabo Verde) por la suma de 1.900 millones de dólares (cerca de 1.580 millones de euros). “Hemos llegado con gran ánimo a un acuerdo para construir un nuevo tipo de sociedad estratégica entre China y los líderes africanos en la bases de la igualdad política, mutua confianza, cooperación económica y intercambio cultural”, declaró el presidente Hu Jintao durante la ceremonia de conclusión del evento.

Pekín no ignora la
previsión de aumento
de la producción de
petróleo en África en
los próximos 20 años

La “sociedad estratégica”, sin embargo, crea anomalías que se podrían ser clasificadas con adjetivos menos positivos. En definitiva, Pekín no podría dejar de defender sus intereses económicos. El gobierno chino se posicionó en contra a una resolución fuerte de la Organización de las Naciones Unidas contra el genocidio de Sudán, lo que podría resultar en sanciones económicas y perjudicar las inversiones de 3.000 millones de dólares (cerca de 2.500 millones de euros) hechas en el país. La población sudanesa afectada por los conflictos de la calle, en este caso, no utilizarían palabras como igualdad o confianza para definir las relaciones bilaterales de ambos los países. Por las mismas razones económicas, China dijo que no firmaría el permiso de estrada de Irán en el Consejo de Seruridad de la ONU debido a su programa nuclear, a la vez que firmaba un acuerdo de 25 años de proyectos petróleo y gas por el valor de 83.300 millones de euros.


Reacción europea

Los resultados de 2ª Conferencia de Emprendedores Chinos y Africanos llamaron la atención de la canciller alemana Angela Merkel, que se pronunció públicamente en la misma semana en que se realizaba el evento. En una conferencia de prensa, la líder de la mayor economía europea dijo: “Nosotros europeos no podemos dejar el compromiso con África en manos de la República Popular China”. Para Merkel, Europa debe repensar sus política exterior hacia el continente, no sólo asumiendo una presencia más marcada, sino también condicionando los futuros acuerdos comerciales en un trato justo de los recursos naturales africanos. Por ello, la canciller anunció el pasado enero, durante la toma de la Presidencia de la Unión Europea, que el mandato alemán centrará sus atenciones en África durante el próximo semestre. La intención de Merkel es crear las condiciones para que Europa pueda realizar un evento de cooperación similar a la 2ª Conferencia de Emprendedores Chinos y Africanos en el segundo semestre (durante la presidencia de Portugal), atrayendo a los jefes de gobierno y de Estado de África negociaciones que pueden generar acuerdos comerciales y de cooperación.
Una mayor presencia económica europea en el continente, sin embargo, no podría igualarse a lo que está consiguiendo China, según opinión el corresponsal del periódico Francés Le Monde, Jean Pierre Tuquoi, la expansión china en los países africanos es “indisputable”. Europa, además de buenas ofertas, necesitará cambiar su propia forma de relacionarse con los gobiernos locales, que se muestran más dispuestos a compartir la mesa de negociaciones para decidir sobre acuerdos comerciales y de desarrollo efectivos, y sobre ayudas económicas (léase ATB de agosto-septiembre de 2005). Todo un reto para los representantes de Bruselas.

“Hoy hacemos historia”

La legisladora Nancy Pelosi protagonizó un día de capital importancia para la sociedad estadounidense. Es la primera demócrata a presidir la Cámara de los Representantes en 12 años y la primera mujer a ocupar el cargo en toda la historia del país.

After the Bell (ATB)

El caos en Iraq y los intentos de la Casa Blanca de justificarlo dejaron de ser la noticia principal en Estados Unidos. Por lo menos durante un día, precisamente el pasado 4 de enero, cuando la Cámara de los Representantes fue palco de un momento histórico para la política y la sociedad del país. Por primera vez en 12 años, un congresista del Partido Demócrata asumía la presidencia de la Cámara. En este caso, la congresista Nancy Pelosi, la primera mujer a acceder a tal cargo. Las palabras que recuerdan la guerra, por todo ello, fueron sustituidas en el noticiario nacional por otras más conciliadoras.

“Acepto este martillo en el espíritu de sociedad, no lealtad. Con ilusión, espero seguir trabajando con la Cámara en favor de la gente americana. En esta casa, podemos pertenecer a partidos diferentes, pero servimos a un sólo país”, dijo Pelosi a los demás congresistas. El mensaje conciliatorio y sincero, teniendo en cuenta la espontaneidad de la legisladora, también fue un sutil recuerdo a los republicanos de que la Cámara de los Representantes deberá ser un vez más un espacio de diálogo.

Pese a que pocos electores la identifiquen como una de las personalidades políticas más importantes del país –ella lidera los demócratas en la Cámara desde 2002–, muchos de los que la vieron por la tele podrían haberse identificado con sus palabras. Delante de su esposo y nietos, presentes en la toma de posesión, la congresista de 66 años dijo palabras que iban dirigidas no sólo a los presentes, sino a todos los ciudadanos estadounidenses.

Los opositores no acaban de
aceptar que sea católica
y defienda el derecho al aborto


“Hoy hacemos historia –para el Congreso, y para las mujeres de América. Es un momento por el cual hemos esperado hace más de 200 años. Nunca perdiendo la fe, esperamos lograr nuestros derechos a lo largo de muchos años de lucha. Para nuestras hijas y nietas, hoy hemos roto el techo de mármol. Para ellas, el cielo es el límite”. Concluida su toma, Pelosi saludó a cada uno de sus nietos, una imagen simbólica que, en un ambiente político dominado por las divergencias sobre una guerra, podría ser asumida también como un mensaje indirecto.

La infancia en la Little Italy de Baltimore, donde su hogar siempre estaba abierto a visitantes, contribuyó para la formación de un carácter tolerante. Su padre, Thomas D’Alesandro, que se convertiría en el alcalde de la ciudad, recibía a muchos invitados y no dispensaba un contacto cercano con los ciudadanos. Por todo ello, Pelosi tuvo contacto desde la infancia con diferentes personas y sus distintas formas de pensar. Su historial como legisladora empieza con la primera carrera hacia la Cámara de los Representantes en 1987. Desde entonces, legisla demostrando una elevada capacidad de negociación política, aprendida en parte con las experiencias vividas en su hogar de Baltimore.

La recepción de los legisladores durante la toma de posesión fue la más amigable posible, con ovaciones escuchadas más de una vez. La convivencia entre republicanos y demócratas durante los próximos meses, sin embargo, hará de esta bienvenida una excepción del momento. Las urgencias de cada grupo parlamentario son opuestas. Los demócratas legislarán para poner frenos a los excesos del partido opositor cuanto la invasión de Iraq, mientras que los Republicanos intentarán dar sentido a su plano de gobierno después de la derrota en las legislativas del pasado noviembre. Tras la pérdida en las urnas, el partido del presidente George W. Bush tuvo limitadas sus acciones en las dos Cámaras del Congreso.

100 horas de trabajo

Para demostrar su intención de concretar una renovación de los temas debatidos, Pelosi imprimió un ritmo acelerado durante su primera semana de trabajo. Ella incluso presentó una agenda de actividades para sus primeras 100 horas de trabajo, equivalentes a dos semanas legislativas. Pese a las primeras reacciones de los opositores, que no acaban de aceptar que la legisladora sea católica y a la vez defienda el derecho al aborto, creó una comisión que discutirá y analizará cuestiones relacionadas al cambio climático, tema tabú en Estados Unidos. También manifestó su intención de dedicar especial atención a propuestas relacionadas con el sistema de salud estadounidense (Medicare). Pero la oposición ya demuestra disponibilidad para desviar los debates a otros temas.

La minoría republica exige de la legisladora que presente documentación que pruebe que una empresa de Washington no pagó por su viaje (y de otros congresistas demócratas) a Puerto Rico en 2001. “Nosotros sentimos que tales cuestiones minan la integridad de la institución y esperamos [que las preguntas] sean aclaradas lo antes posible”, declararon los republicanos Patrick T. McHenry y Lynn Westmoreland. Los republicanos también han dicho públicamente que no aceptarán que sus propuestas caigan en el olvido, lo que no deja de ser una acción meramente política y prevista. Aunque haya hecho historia y recibido una buena acogida, Pelosi deberá legislar en medio a una oposición interesada en preservar los intereses de la actual legislatura y una mayoría demócrata que recupera el mando de la Casa tras más de una década sin margen de decisión.

viernes, 5 de enero de 2007

Les segones residències mantenen l’atractiu

Després de gairebé quaranta anys de creixement continu, el parc immobiliari de segones residències encara manté el seu atractiu, tant per als compradors nacionals com per als estrangers. Tot apunta a què la possible ralentització del mercat immobiliari i la projecció de noves destinacions turístiques exigiran pròximament canvis en el concepte de les promocions d’habitatges secundaris: els projectes hauran d’ampliar els serveis i privilegiar una cultura de benestar.

Ibusa News

A Espanya existeix una llarga tradició d’adquisició de segones residències, que es va iniciar a principis de la dècada dels setanta arran de la prosperitat econòmica i el despertar del turisme de masses. En el cas concret de Catalunya, el seu parc immobiliari de segones residències actualment supera el mig milió d’unitats. El 42 per cent es concentren a la zona litoral, i si només es té en compte la ciutat de Barcelona, el 35 per cent dels seus habitants són els propietaris. És a dir, pràcticament una de cada tres famílies de la capital catalana disposa d’una segona residència que, en la majoria dels casos, és en règim de propietat.

Si bé el mercat de segones residències en un principi es reduïa a les Illes i al litoral mediterrani per gaudir del sol, el mar i la sorra, que en anglès constitueixen les famoses tres s (sun, sea, sand), més recentment està tenint un impacte important a la zona del Pirineu, on curiosament també es pot aplicar la fórmula de les tres s tot i que amb algunes variacions: sol, neu i esquí (sun, snow, ski). Si al litoral, l’ocupació es va centrar a primera línia de mar, al Pirineu aquesta s’ha concentrat a peus de pista d’esquí. Actualment, a la zona muntanyosa de l’Alt Pirineu, com ara La Cerdanya, les edificacions destinades a segones residències suposen més del 90 per cent de tot el parc immobiliari.

En comparació a la resta dels països de la Unió Europea, Espanya apareix en primer lloc amb un 32,2% per cent de vivendes de segona residència. Portugal, Grècia i Itàlia ocupen els llocs següents amb un 26,9% per cent, un 22,7 i un 17,7 per cent, respectivament. És evident, per tant, que el sud d’Europa està molt per sobre de la mitjana de la Unió Europea quant a presència de segones residències.

Gaudir de la inversió

Avui en dia, els segons habitatges representen no només una alternativa per als tan necessaris caps de setmana distants dels grans centres, sinó també una opció rendible d’inversió. L’activitat del sector immobiliari ha benefi ciat a moltspropietaris, que han vist com els preus dels seus immobles s’han valorat per sobre d’altres tipus d’inversió i encara més de la inflació.

En els últims 12 mesos, segons l’informe trimestral de Tinsa Taxacions Immobiliàries, els valors de mercat de l’habitatge usat van ascendir un 16% a Espanya. A Catalunya, l’augment va ser d’un 19%. En el mateix període, l’Índex de Preus de Consum (IPC) va registrar una evolució del 3,7%, segons l’Institut Nacional d’Estadística (INE).

Les perspectives per al futur, malgrat la ralentització del sector al 2006, són positives. Si la compra de la segona vivenda es fa com una inversió per a després revendre-la, les probabilitats que el preu de la propietat es revaloritzi segueixen existint, encara que a un ritme més moderat.

“Si la intenció és tenir un patrimoni per a deixar-lo a la família o utilitzar recursos amb vista a una rendibilitat, el segon habitatge és una inversió segura. Valor no en perdrà”, analitza Xavier Garrigós Roca, vocal del Col·legi d’Agents de la Propietat Immobiliària de Barcelona (API).


Possibles traves a la construcció

El projecte de llei del Dret a l’Habitatge a Catalunya, en tràmit en el Parlament i sense previsió de votació a causa del canvi de govern de la Generalitat, haurà d’impulsar la construcció d’habitatges més assequibles per a la població. En 20 anys, segons pretén el Departament de Medi Ambient i Habitatge, el 15% dels habitatges existents haurien de ser destinats exclusivament a polítiques socials. Els municipis de les quatre comarques catalanes, entre altres atribucions i per a complir amb la meta establerta, podrien guanyar poders per a autoritzar o no la construcció de segones vivendes. Segons el text del projecte de llei, disponible per a consulta pública a la pàgina web del Departament, “amb l’objectiu de la protecció del medi ambient i de mantenir una població permanent i una activitat econòmica autònoma respecte al sector turístic, els faculta [als municipis] per establir restriccions a la nova construcció d’habitatges secundaris”.



La localització de l’immoble és un element determinant a l’hora de fi xar-ne la rendibilitat, tenint en compte la sensible dispersió de preus registrada a l’Estat espanyol. La citada valorització del 19% registrada a Catalunya, per exemple, se situa per sota del 22% observat a la Comunitat Valenciana i del 21% de terme mitjà en Andalusia. Les Illes Canàries i el País Basc, d’altra banda, registren ascensos menys expressius, del 12%.

Però si el desig és tenir un habitatge per gaudir-lo, i només per mitjà del fi nançament, el determinant serà trobar una hipoteca amb les millors condicions. Les entitats bancàries no solen oferir els mateixos avantatges d’una hipoteca per al primer habitatge, però si comencen a llançar hipoteques especials per al segon habitatge.

Així doncs, ja no és d’estranyar que un client vulgui contractar un préstec per a un habitatge vacacional, tenint en compte l’increment de la renda de moltes llars. Per això, els bancs i caixes comencen a reconsiderar la rigidesa dels seus productes.

Els compradors estrangers

A nivell d’Europa, Espanya l’any passat va ser el segon mercat immobiliari més actiu d’Europa. Les 901.574 transaccions del període es van situar tan sols per sota de les del Regne Unit (1,2 milions) i van superar amb escreix les d’Alemanya (545.000), segons un informe de la xarxa d’immobiliàries ERA Espanya. En el cas d’Espanya aquestes bones xifres són degudes a la bona marxa econòmica que va propiciar la compra de vivendes per part de la població nacional, però també a l’augment de l’adquisició de segones residències per part dels estrangers.

Els nombres ho quantifi quen. Més de la meitat dels propietaris de segons habitatges a la costa espanyola són d’altres països d’Europa, fet que va contribuir a què la demanda d’aquest tipus d’immoble pugés fi ns a 117.000 unitats el 2005, segons el baròmetre de les tendències de la inversió immobiliària dels britànics a Espanya, realitzat pel Banc Barclays i l’escola de negocis IESE. La previsió és que l’arribada de més comunitaris en els pròxims anys generi un creixement sostenible que culminarà amb el lliurament de 150.000 segones residències el 2010.

La presència de Catalunya en les estadístiques no és menys perceptible. En total, les comarques de Lleida, Girona, Tarragona i Barcelona sumaven 514.943 segones vivendes el 2001, segons el Cens de Població, el que representava un 15,5% del conjunt d’habitatges de la comunitat autonòmica. No hi ha un cens actualitzat disponible encara, però sí pistes més que sufi cients que l’esmentada xifra s’hagi allunyat de la realitat amb el temps. Només l’any passat, el sector de la construcció de Catalunya va créixer un 5,4%, amb una taxa de construcció de noves residències superior en un 3% respecte al període anterior.

Bons serveis i benestar

Les dades citades anteriorment, per tant, retraten un quadre positiu i suggereixen fins i tot la possibilitat d’una expansió continuada en els pròxims anys, però alguns experts també donen un toc d’alerta. Un estudi del Servei d’Estudis Econòmics del BBVA ho defi neix així: “La menor demanda d’habitatge, derivada d’uns preus més alts i unes condicions fi nanceres lleugerament més restrictives, durà a una signifi cativa moderació de les revaloracions immobiliàries i, tot això, conduirà a un paulatí descens en l’edifi cació residencial”. L’escenari extern també aporta els seus elements. El repunt del segment residencial a França (un 12%) i Alemanya (un 17%) i l’ascens d’altres mercats de segones vivendes, com El Marroc, contribueixen a la sensació de molts observadors i experts del mercat de què es donarà un refredament dels negocis en els pròxims anys, encara que el sector segueixi presentant resultats per sobre de la mitjana de les dècades anteriors.

Per tot això, les promocions de segons habitatges haurien d’afegir valor per a adaptar-se a una demanda més restricta i selectiva. Ho avalua Gonzalo Bernardos, director del Màster en Assessoria i Consultoria Immobiliària de la Universitat de Barcelona (UB), per a qui “les claus seran els serveis i una cultura de benestar”. És a dir, el model de les macrourbanitzacions haurà d’obrir pas a projectes pensats per a oferir atractius que no es limitin a la proximitat de la costa. “La promoció del futur haurà de basar-se en aquestes claus. L’ideal és que se situï a uns 10 o 15 quilòmetres de la costa, amb bones connexions. A més, la majoria de compradors no estan interessats només en sol i platja, sinó que busquen també serveis de qualitat.”, recorda.

Oferta també al Marroc

El govern marroquí cerca inversors immobiliaris i compradors de segons habitatges. Per això, està venent sòl a condicions considerades avantatjoses en cinc regions: Larraix, la costa del Mediterrani, Agadir, Tan Tan i El Jadida. L’objectiu és elevar el nombre de turistes que visiten el país per als 10 milions fins al 2010 (al setembre del 2005 no passaven dels 4,68 milions) i incrementar la capacitat d’allotjament de 80.000 a 230.000 llits en el mateix període.

Les inversions haurien d’arribar als 11.110 milions d’euros. Encara que molts experts considerin la política una mica ambiciosa, la disposició mateixa de l’administració marroquina per atraure constructors i turistes està repercutint en el mercat espanyol. Alguns dels principals grups immobiliaris, visionant la diversifi cació dels negocis i una reducció de costos en la compra del sòl, ja tenen la costa marroquina com un punt de desembarcament dels seus enginyers i empleats. Fadesa és un d’ells, amb inversions per sobre dels mil milions d’euros. D’altra banda, Marina d’Or construirà 6.300 habitatges de protecció oficial (de les quals el 20% seran de baix cost) a la ciutat de Tamesna.

Les repercussions, no obstant això, no es limiten al sector empresarial, sinó també a les agències immobiliàries. El Marroc s’està convertint en una opció viable per a molts turistes que es proposen adquirir una segona vivenda. Això passa perquè els grups constructors instal·lats al país, malgrat les deficiències d’infraestructures encara presents, promocionen no només opcions per al comprador mig europeu, sinó també vivendes de luxe construïdes en resorts, on els propietaris gaudeixen d’una sèrie de serveis associats a les edificacions. Els preus solen situar-se entre un terç i la meitat dels cobrats a Espanya, el que enforteix la imatge del país africà com una alternativa més per a la compra d’un segon habitatge.

sábado, 25 de noviembre de 2006

Consells per escriure un pla d’empresa

L’engegada d’una empresa comença per tenir una idea i saber-la traduir en paraules. Amb la redacció d’un pla d’empresa podeu donar els primers passs i, qui sap, arribar a l’èxit mundial

Avui

La venda del portal de videos a Internet YouTube al cercador Google per 1.300 milions d’euros és un d’aquests èxits inesperats del món dels negocis narrats gairebé com a anècdotes, però també una lliçó útil per a futurs emprenedors. Un projecte d’empresa ben treballat i presentat amb encert és fonamental per obrir un negoci. Els tres joves fundadors de YouTube, incapaços de preveure que una web per compartir vídeos pogués valorar-se tant només en vint mesos d’operació, segurament també van haver d’organitzar les idees sobre el paper per tal d’elaborar un pla d’empresa. En el document, van reunir i analitzar tots els aspectes referents a la constitució i engegada de la companyia. El punt de partida de l’emprenedor, per tant, és tenir una idea i saber-la traduir en paraules.

Descripció clara que detalli els objectius
Els possibles inversors capitalistes, els bancs que disposen de crèdits i les institucions publiques proveïdores de subvencions buscaran en el pla d’empresa una descripció clara, que inclogui la presentació del producte o servei, els objectius de la societat, el pla de finançament i la forma jurídica, entre altres informacions. Per això, s’exigeix un esforç de redacció a l’amo de la idea, i no pas a tercers. Cal recordar que el document ha de ser el més clar i concís possible per tal d’estalviar el temps de qui ho llegeixi. “Tot aquest exercici de reflexió té l’objectiu de minimitzar el risc posterior, és a dir, el factor sort”, assenyala Jaume Baró, responsable del Centre de Recursos per Emprendre de Barcelona Activa.

Detallar l’activitat i saber-ho comunicar
La presentació del projecte, el primer a escriure, no detalla només la idea original, sinó també l’activitat de la nova societat, i la compara amb competidors potencials. Per fer-ho bé, s’ha de tenir respostes a qüestions definitives fins i tot sobre el propi perfil. “Ha de ser una persona ambiciosa, en el sentit positiu de la paraula, tenaç, amb capacitat de planificar i que sàpiga comunicar”, afegeix Baró.

Destacar el grau d’innovació del negoci
Una manera de trobar les respostes és qüestionar-se la capacitat de reaccionar als canvis, el grau d’autodisciplina, la propensió a treballar sense la figura d’un cap, el grau d’organització personal i la facilitat per comunicar-se, a més de qüestions més subjectives com la disposició per afrontar els revessos amb optimisme. Així mateix, el servei o producte oferts exigiesen un repàs de propòsits: quin serà el grau d’innovació? En el cas d’una fleca o una botiga de barri, per exemple, si hi ha poc valor afegit? Com es podrà explorar la preferència
del consumidor?

Investigar l’entorn
Superades tals reflexions, és hora de fer un cop d’ull a l’entorn. El mercat posa a prova qualsevol iniciativa, i cal que sigui observat amb atenció. Què diuen els diaris i les revistes especialitzades sobre el sector d’actuació de la nova empresa? Quins competidors tindrà? El consumidor també ha de ser identificat amb claredat, així com els principals factors que influyesen en les seves decisions de compra.

Descriure el lloc de treball i analitzar les comunicacions
Tota societat necessita un espai físic i personal, amb el qual el pla d’empresa haurà de liquidar qualsevol dubte sobre aquests temes. Els accessos a les vies de comunicació poden influenciar positivament l’avaluació d’una iniciativa empresarial, per això la informació és important.
El mateix es pot dir de la planificació de la mà d’obra. Una planificació realista del nombre d’empleats –la mà d’obra representa un cost elevat– revela un coneixement profund tant del projecte que s’està presentant com de la dinàmica diària de la futura companyia.

Escollir forma jurídica
Un cop aquí, queda pendent de definir la forma jurídica de l’empresa. Pensa a invertir només en el seu somni? Buscarà un soci o més? Les formes jurídiques varien d’acord amb el nombre de socis, i això determinarà el capital mínim necessari (pot arribar a més de 60 mil euros en el cas d’una societat anònima laboral), els règims de fiscalitat i els requisits legals. Partint de l’elecció més convenient, serà el moment d’elaborar un pla econòmic financer, potser el capítol més efectiu a l’hora de buscar finançament.

El finançament
“És un bon moment per al finançament en part pel fet que els bancs veuen els emprenedors com un grup estratègic que genera riquesa”, afegeix Jaume Baró. El creixement econòmic d’Espanya i les taxes d’interessos reduïdes han generat un ambient favorable per a la concessió de préstecs, però només si les entitats bancàries o les institucions publiques veuen clares les perspectives de la nova societat. Per tot això, el pla d’empresa pot ser decisiu per a l’arrencada de la companyia. A més, redueix els riscos de possibles errors que costaran molt més de solucionar en el futur.